31.1.07

El origen mitológico de Roma (Autor: David Navarrete, 2º D)

La tradición remonta el origen de la civilización romana a la Guerra de Troya. Tras diez años de asedio, y cuando los griegos estaban a punto de entrar en la fortaleza, Eneas, hijo del mortal Anquises y de la diosa Venus, ayudado por su madre, escapa de la ciudad. Su destino es fundar una nueva Troya, la futura Roma.







Eneas, huyendo de Troya con su familia.





Eneas mantuvo durante 10 años un viaje lleno de numerosos peligros hasta que llegó a la península itálica, exactamente a la región del Lacio, donde se promete con Lavinia, hija del rey Latino. Finalmente Eneas se establece en el Lacio y funda la ciudad de Lavinium en homenaje a su esposa.
A la muerte de Eneas el trono pasó a su hijo Ascanio que fundó la ciudad de Alba Longa. Tras el pacífico gobierno de sucesivos monarcas reinó Procas que tuvo dos hijos, Numitor y Amulio. El trono lo heredó Numitor, pero Amulio no lo aceptó y consiguió desterrar a su hermano. Además, para evitar que alguno de los descendientes de Numitor reclamara la corona, asesinó a sus hijos varones y obligó a hacerse sacerdotisa vestal a su sobrina Rea Silvia, para que no pudiera tener hijos.

Sin embargo de nuevo la intervención de la divinidad, como durante la Guerra de Troya, fue providencial. Marte, dios de la guerra, se enamoró de Rea Silvia, con la que tuvo dos hijos Rómulo y Remo.

Enterado de ello Amulio, mandó arrojar al Tíber a los recién nacidos. Pero el destino de Roma estaba escrito. Una loba que andaba por los alrededores se acercó al oír el llanto de los bebés y los amamantó y cuidó. Poco después los descubrió un pastor que se los entregó a su mujer para que los criara.


Cuando se hicieron mayores y conocieron su identidad, Rómulo y Remo decidieron vengar a su madre y abuelo; desterraron a Amulio y repusieron en el trono de Alba Longa a su abuelo Numitor.

Después, fundaron una ciudad en el mismo lugar donde los amamantó la loba, es decir, a orillas del Tíber. Como los dos hermanos querían convertirse en reyes de la nueva urbe decidieron consultar los auspicios divinos: el vuelo de las aves indicó que el escogido era Rómulo.
Rómulo trazó un surco con un arado señalando los límites de la ciudad, en torno al monte Palatino y amenazó de muerte a quien los traspasara. Remo se burló de la advertencia de su hermano y saltó la línea. Rómulo enfurecido lo mató sentenciando: "Así le pasará a cualquiera que se atreva a franquear mis murallas" (Tito Livio, Ab urbe condita, 1)

Rómulo dio nombre a la ciudad, Roma, y gobernó como rey, comenzando la monarquía romana. Posteriormente, los romanos utilizaron la fundación de Roma, 753 a.C., como referencia para fechar cualquier acontecimiento.

24.1.07

Colonizaciones griegas en italia ( Autor: Borja Santos-Rodríguez 2º B)

Magna Grecia (en griego Μεγάλή Ελλάς – Megalê El'lás –) es el nombre dado en la Antigüedad al territorio ocupado por los colonos griegos al sur de la península italiana y Sicilia, donde fundaron polis que comerciaron con su metrópoli. Originalmente, Magna Graecia fue el nombre usado por los romanos para describir el área alrededor de la antigua colonia griega de Graia(Γραία), de forma que el área entera de colonización griega en la península italiana y Sicilia fue conocida por este nombre. De hecho, los términos "Grecia" y "griegos" en español y muchos otros idiomas vienen del término latino.





Muchas de las nuevas colonias se convirtieron en poderosas y prósperas ciudades, como Neapolis (Νεάπολις, Nápoles), Subaris (Σύβαρις, Sibaris). Otras ciudades de la Magna Grecia fueron Syrakousses (Συρακούσσες, Siracusa), Akragas (Άκραγας, Agrigento), Taras (Τάρας, Tarento), Lokroi o Locria (Λοκροί), Kroton (Κρότων, Crotona), Messana (Mesina), Tauromenia e Hímera. Desde estos emplazamientos se mantenían vínculos con la Grecia más occidental, la del actual litoral hispanofrancés: Massalia (Marsella), Antípolis (Antibes), Nikaia (Niza),
Emporion (Ampurias) o Mainake (Málaga).

Se dice que la Magna Grecia fue la tierra donde Odiseo, rey de Ítaca, (Ulises en la cultura romana) se perdió durante diez años, después de regresar de Troya y antes de llegar a su reino. Numerosas leyendas e historias mitológicas de la Έλλάς Hélade tienen lugar allí.


Fue conquistada por Roma, que tras vencer en las guerras samnitas continuó su expansión hacia el sur. Caso famoso es el de Tarento, que tenía una alianza con Roma, lo que no impidió que ésta violara la cláusula que le impedía llevar una flota más allá de estrecho de Mesina. A su paso por Tarento, para mayor provocación pidieron atracar en la ciudad. El convoy fue asaltado declarándose la guerra. Los tarentinos, ahora conscientes de su acción, llamaron a Pirro de Epiro.


La intervención de Pirro de Epiro casi logró salvar las colonias, aunque su derrota final puso fin a toda esperanza de independencia.

23.1.07

LA MONARQUÍA ROMANA (autora: Lidia Silvestre, 2º D)

La monarquía romana fue la primera forma política de gobierno de la ciudad-estado de Roma, desde el momento de su fundación en el 753 A.C, hasta su final en el 510 A.C , cuando se instauró la República Romana.
La monarquía romana tenía estas características: El monarca tenía los mismos poderes que los cónsules y el rey era reconocido como la cabeza de la religión nacional. Era el jefe de las legiones romanas y quien nombraba o designaba los cargos públicos.
El nombramiento de un nuevo rey era electivo, de manera que, cuando el rey moría, el Senado designaba a una persona para que mantuviera el orden en la ciudad hasta encontrar nuevo sucesor, éste designaba a un candidato que era presentado al Senado, y si aprobaban su candidatura era llevado a la Asamblea curiada, Una vez ahí, el pueblo era quien decidía si lo aceptaban o no, si lo aceptaba antes de su investidura, los dioses tenían que dar su aprobación y mostrarla ante la Asamblea. Todo esto mediante una gran ceremonia.
Todos los reyes que tuvo Roma siguieron los mismos pasos para convertirse en rey de Roma, y estos reyes fueron:










El primero, Rómulo (753-715 a.c), quien encabezó el rapto de las Sabinas y por ello se ganó la enemistad de los pueblos cercanos.
El segundo fue Numa Pompilio (715-673 a.c), quien estableció los cimientos de la religión y se piensa que es el constructor del templo de Saturno.
El tercero fue Tulo Hostilio (672-641 a.c), quien inició un periodo bélico que llegó su punto álgido con la destrucción de Alba Longa. Y en este periodo es cuando Roma se consolida como la ciudad más importante de Latium. Tulio falleció por la caída de un rayo.
El cuarto rey de Roma fue Anco Marcio (640-617 a.c), quien continuó la gesta de su predecesor. También se preocupó, como lo hizo su abuelo, de las instituciones religiosas.
El quinto rey fue Tarquinio Prisco (616-578 a.c), era de origen etrusco, y se ganó la admiración y el respeto del pueblo y por ello subió al trono. En este periodo hubo reformas políticas y urbanísticas. Murió a manos de los hijos de Anco Marcio.


El sexto rey fue Servio Tulio (577-535 a.c), quien fue adoptado desde niño por Tarquinio, se casó con su hija y subió al poder, y se dice que él fue quien mandó construir la primera muralla que protegía la ciudad.
Y el último rey fue Tarquinio el Soberbio (534-509 a.c), quien tuvo un reinado tiránico y cruel y fue el propio senado quien le obligó a exiliarse.
Con el exilio de Tarquinio el Soberbio se inició la República en el 509 a.c.

17.1.07

los Sabinos. ( Autor: Pablo Molina, 2º B)




¿Quiénes eran? => Parece ser que era un pueblo de la Italia prerromana, que habitaba entre el Tíber y los Apeninos.

Tras la fundación de Roma, la ciudad, al estar inicialmente habitada por un ejército de soldados, carecía de mujeres. Rómulo realizó un banquete al que invitó a algunos pueblos circundantes, entre ellos los sabinos. Éstos cometieron el error de llevar a sus familias. Durante el banquete, los soldados romanos raptaron a las mujeres de los sabinos; éstos, irritados, fueron en busca de sus esposas, y sitiaron Roma por varias semanas, tiempo en el que las mujeres se habían encariñado con los romanos; cuando los sabinos entraron a Roma, saqueando y destruyendo cuanto encontraban a su paso, Rómulo prometió a Júpiter que si lo salvaba a él y a su pueblo le iba a construir un templo;




en ese momento, las mujeres se lanzaron sobre los sabinos suplicándoles que tuvieran piedad, el rey sabino, conmovido, llegó a un acuerdo con Rómulo, y decidieron que a partir de ese momento se unirían formando una sola nación.
Tras la muerte de Rómulo, le sucedió Numa Pompilio que era un sabino, fue un reinado pacífico, donde florecieron las artes, Pompilio construyó el templo de Jano que debía estar abierto cada vez que Roma estuviese en guerra, durante su reinado nunca se abrió.





12.1.07

Romane, memento

Romane, memento; hae tibi erunt artes: pacisque imponere morem, parcere subiectis, et debellare superbos. ( palabras que dirige Anquises a su hijo Eneas en Vergilius, Aeneis VI 851-853)



Desde luego, los romanos «imponían el reinado de la paz, eran indulgentes con los vencidos y doblegaban a los soberbios»; ése era su punto de vista. Pero lo que no es objeto de controversia es que «gobernaran pueblos con autoridad», ya que así lo hicieron; Roma y el mundo llegaron a ser casi sinónimos, hasta que su gastada maquinaria, que había logrado durar ya mil años, dejó de funcionar, allá por el siglo III d.C. Con todo, Roma había subido tan alto que tardaría aún tres siglos más en perder su dignitas y caer, partida ya en dos, «desplomada por su propio peso», como dijo el historiador Gibbon. Sus formas de gobierno, sus instituciones políticas y militares, su expansión y declive, así como los nombres de los personajes que merced a su virtus fraguaron el esplendor de Roma, tienen aquí su oportuno lugar en el que nos ocupamos de ellas. Sin embargo, y dado que la de Roma es una Historia que se polonga en el tiempo como pocas, nos centraremos en algunos momentos claves